La pandemia de la COVID-19 nos ha trasladado de repente a un escenario que parece salido de la imaginación febril de un guionista cinematográfico. Hemos transitado por caminos nebulosos, marcados de incredulidad, incertidumbre y desconcierto, pero también con la esperanza de que la bruma escampe y podamos volver a contemplar el horizonte despejado. Es en este después y hacia delante donde queremos posicionar la reflexión de los diferentes artículos de este dossier, poniendo el acento en cómo la descomunal crisis que hemos vivido ha servido de acelerador de los procesos de transformación, que han pasado al siguiente estadio sin fases de transición intermedias.

Cuando hablamos de transformación, estamos pensando en los procesos de digitalización, en las formas de trabajar y relacionarnos, en la manera de crear valor empresarial en el nuevo contexto, en cómo reducir el estrés laboral y en las vías para gestionar personas después de una disrupción de esta magnitud.