En un entorno con una creciente sensibilidad por temas relacionados con el cambio climático, la defensa del medio ambiente, la búsqueda de energías y formas de movilidad alternativas que frenen la contaminación, ser sostenibles y responsables como empresa, como organización, ha dejado de ser una opción.

Si hace un tiempo, la apuesta por la sostenibilidad era un valor añadido, un elemento diferencial, actualmente, los consumidores, los inversores y la sociedad en general exigen que la orientación hacia un futuro viable a nivel global, mediante políticas responsables y comprometidas, deba formar parte del ADN y de la estrategia de las empresas. Lo explicamos en el dossier de este mes. 

Esperamos que su lectura les resulte de interés.