Dónde (y cómo) conseguir los insigths que guíen nuestra innovación

Dónde (y cómo) conseguir los insigths que guíen nuestra innovación Dónde (y cómo) conseguir los insigths que guíen nuestra innovación

ES

Enric Segarra

Business Review (Núm. 298) · Márketing

En un entorno que cada vez es más competitivo, conseguir una revelación, una nueva comprensión de la realidad, algo que conforma
un punto de partida sobre el que avanzar hacia una dirección clara, se vuelve fundamental para innovar y conseguir una posición de ventaja.

Hace exactamente diez años que escribí mi primer artículo para Harvard Deusto Business Review, bajo el título “Las fuentes de innovación en la empresa”, en el que enumeraba las seis fuentes de donde bebían las empresas para engendrar las ideas que hacían posible la innovación. Y así, decía que la innovación podía surgir:

 

1. A partir de las hipótesis que se “cocían” en los laboratorios de I+D dispuestos ad hoc con ese objetivo (los laboratorios Bell, el PARC de Xerox, el Google X, etc.).

2. A partir de las iniciativas y/o aportaciones que puedan hacer nuestros empleados (y citaba a Toyota como gran ejemplo de ello; pero no el único, afortunadamente).

3. Fruto de la observación que pudiésemos hacer del usuario en su propio contexto mediante la aplicación de técnicas etnográficas.

4. Al mirar lo que andaban haciendo otros (competidores directos u otras empresas en industrias que no fuesen la propia).

 

Y terminaba enumerando:

5. La innovación “de compra” (o alquiler).

6. La innovación abierta o participativa.

 

Una década después de aquel primer artículo, les presento uno nuevo que profundiza aún más en la génesis de la innovación a partir de los llamados insights.

 

¿Qué es un 'insight'?

Un insight es una revelación; un momento de lucidez que ocurre cuando, de golpe, tienes la sensación de que aquello que escuchas, u observas, abre una puerta inesperada a la comprensión de lo que pretendes resolver. El insight reposiciona todas las piezas de información previa de las que uno disponía, aportando un significado que empuja/dirige/reorienta completamente la investigación. Ocurre de golpe; sería algo así como el “¡… ahora caigo!”, y abre una nueva e inesperada avenida a la exploración. Es el ¡ajá! (no confundir con el famoso ¡eureka! de Arquímedes, que se asocia a la fase de ideación, y que podría traducirse como “¡Encontré la solución!”).

 

El ¡ajá! no soluciona nada per se; aporta claridad al hecho, a la situación enmarañada que pretendemos primeramente comprender para, más tarde, poder solucionar. El insight ilustra para permitirnos crear una nueva lógica que debe dejarnos avanzar en lo que, en este punto del proceso de innovación, no son más que meras conjeturas o hipótesis.

 

...


Enric Segarra

Profesor de Innovación en Deusto Business School ·