CASO. Selección argentina: siete enseñanzas de liderazgo del equipo campeón del mundo

Casos prácticos

CASO. Selección argentina: siete enseñanzas de liderazgo del equipo campeón del mundo CASO. Selección argentina: siete enseñanzas de liderazgo del equipo campeón del mundo

En este artículo se analiza el caso de la selección argentina, campeona de la Copa Mundial de Fútbol masculino de 2022, extrayendo una serie de enseñanzas para el ‘management’ empresarial. ¿Cuáles han sido los factores de éxito en el liderazgo y la gestión de este equipo? ¿Qué se puede aprender de este emblemático caso, que sea extrapolable a la realidad del liderazgo de equipos en el ámbito organizacional?

Argentina ganó la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 en la final contra Francia bajo el liderazgo de su entrenador, Lionel Scaloni. Lo consiguió 36 años después de lograrlo en México, en 1986, sabiendo gestionar la ilusión y las altas expectativas de uno de los clientes más exigentes de la industria deportiva: la hinchada argentina.

Este camino tiene sus aprendizajes previos en la Copa Mundial de Fútbol 2014, celebrada en Brasil, y la de 2018, celebrada en Rusia, que condujeron a un rediseño estratégico realizado por el director técnico y los directivos de la selección, en el que se aprecia la inteligencia en la gestión de equipos.

 

Ciclo para el alto rendimiento de la selección argentina El rendimiento de los equipos es variable en el tiempo y, básicamente, responde a la etapa en que se encuentre el equipo. En el caso de la selección argentina de fútbol, ¿qué fases ha tenido que pasar hasta alcanzar el alto desempeño mostrado en 2022?

En el cuadro 1 se observa el modelo de Tuckman1 –un modelo de desarrollo de equipos dividido en cinco fases, correspondientes a las etapas del proceso de maduración de un equipo– aplicado al caso en cuestión. En él se ilustra el ciclo para el alto rendimiento, con las etapas que lo componen:

CASO. Selección argentina: siete enseñanzas de liderazgo del equipo campeón del mundo  

Etapa 1: formación Al inicio, se da la etapa de formación, en la que, tras el “noviazgo” inicial entre los antiguos y nuevos jugadores del equipo, se evidencia un rendimiento inestable, que aún no alcanza el potencial deseado, producto de la natural tensión del encaje entre talentos muy diversos. Esto último es un problema de naturaleza normal, también en las empresas. Si, en esta etapa, los líderes gestionan este reto de forma disfuncional, en la próxima etapa se convertirá en un problema anormal (como, por ejemplo, desunión en medio de la experimentación) que, al prolongarse en el tiempo, podría llevar a la ruptura del equipo, tal y como se observó en Rusia 2018, tras la eliminación de la selección argentina (proceso en el que se evidenciaron errores en la comunic...


Gonzalo Indacochea

Experto en liderazgo, transformación de equipos e innovación disruptiva. Practitioner y profesor de ejecutivos en diferentes escuelas de negocios y empresas. Trusted Advisor en Huete&Co ·